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Relato finalista ‘Premio del público’ del X concurso ‘La Ciencia y tú’

#RELATO3: VICTORIA

ME LLAMARON VICTORIA… Una noche, antes de dormirme, una voz metálica me susurró la marmolada historia de una dama blanca y alada que tiene más de dos mil años: La Victoria de Samotracia. Poco después, y ya en pleno sueño, sentí, por primera vez, un fuerte abrazo. A continuación, los abrazos llegaron y se marcharon como, “la voz metálica” me había relatado, en otra ocasión, que hacen las olas del mar. Me asusté, no lo voy a negar, pero sentí que la calidez, y el ritmo de los latidos seguían abrigándome y eso me animó a confiar y a dejarme llevar. Finalmente
me deslicé y… emprendí mi propio vuelo.


ME LLAMAN VICTORIA… Bueno, en realidad soy Vicky. Solamente me nombran “¡Victoria!”, cuando consideran que “estoy mareando la perdiz” y creen que tengo demasiados “pájaros en la cabeza”. Tengo 12 años, soy pequeña y robusta, además de un “bicho” gregario. Me encanta picotear entre horas cualquier fruta. El pasado septiembre, participé en un taller de anillamiento de aves promovido por el ayuntamiento, en el centro de educación medioambiental de mi pueblo.

«Los gorriones, esos pájaros que se desplazan a saltos entre bancos y papeleras de nuestras pueblos y ciudades, comiendo los desperdicios que dejamos… han reducido su esperanza de vida en dos años; ¡tienen colesterol!”- Nos contaba Eva, bióloga y monitora del taller.

«¿Colesterol? ¡Igual que mi abuela!» -pensé yo. Mi abuela Carmen y su vecina, cada mañana, transitan “la ruta del colesterol”, a menudo adelantadas por grupos de gorriones que picotean los restos de comida que quedaron sobre el asfalto.

Me he quedado tan impactada con esta noticia, que después de haber investigado sobre el asunto, en mi diario he dejado por escrito mi compromiso de llegar a ser ornitóloga, para mejorar la calidad de vida del Passer domesticus.

ME LLAMARÁN VICTORIA. Es el año 2045. María Jesús, mi entregada profesora de biología, me ha llevado de viaje hasta el futuro. Nos ha planteado a todo el alumnado de primero de educación secundaria, el reto de escribir un relato, en el formato que queramos, sobre la vida en nuestro planeta dentro de 25 años:

  • Casi tengo 37 años y desde hace más de una década soy ornitóloga.
  • A nivel mundial existe una gran guerra por el agua.
  • Millones de personas han abandonado sus países porque no pueden cultivar sus tierras por la sequía.
  • Biodiversidad es una palabra inexistente en los diccionarios de cualquier lengua.
  • Inundaciones son cotidianas en varios lugares de Norteamérica tras la pérdida de sus bosques.
  • Ostras, y otros moluscos bivalvos, están en peligro de extinción con la acidificación del mar.

  • Cumbres montañosas se han despoblado de enebros rastreros y otros matorrales de hábitats fríos.
  • La reaparición de enfermedades que estaban enterradas en el hielo, han diezmado la población.
  • Indígenas como los kichwa de Ecuador, perdieron sus territorios con las prospecciones petrolíferas.
  • Mariposas apolo se extinguieron hace diez años.
  • África ya no recibe la migración de ningún ave de Europa.
  • Tala indiscriminada en Indonesia acabó con los orangutanes. Primer primate que se ha extinguido.
  • Islas del Pacífico, como Tuvalú, desaparecieron hace años, con el aumento del nivel del mar.
  • Con el calentamiento global los mosquitos tigre se han convertido en plaga en toda Europa.
  • Oceanía perdió su selva tropical y la desertización avanza ampliamente.

¿Y a mi en 2045?… ¿ME LLAMARÁN VICTORIA?

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