Qué observar en el cielo durante el mes de enero (2014)
¡¡FELIZ AÑO A TODOS!!
Comenzamos un nuevo año con nuevas expectativas, ganas e ilusiones…. y con muchas ganas de observar el cielo.
Enero comenzaba con la Tierra en su posición más cercana al Sol (perihelio) el día 4, situándose a 147 millones de kilómetros, o lo que es lo mismo, 0.983290 UA (Unidad Astronómica: distancia media Tierra – Sol, unos 150 millones de kilómetros). Eso no influye en el calor que recibimos, ya que lo importante es la inclinación de los rayos solares.
Comentábamos el pasado mes, que la constelación reina del invierno es Orión. Ésta representa en el mito griego, a un gigante cazador, uno de los mejores de la mitología griega, capaz de rivalizar con la diosa Artemisa (Diana para los romanos). En el mito, Orión estaba enamorado de una de las siete hermanas consagradas como vírgenes a la diosa Artemisa. Cierto día que Orión caminaba por el campo, se encontró con un pequeño lago en el que las hermanas se estaban bañando desnudas. Ante esta visión, a Orión se le cruzaron los cables y fue a por ellas. Al ver a Orión fuera de sí, las jóvenes huyeron al templo, pero como Orión era un gigante, avanzaba más rápido. Las hermanas se encontraron con un toro al que pidieron ayuda para poder refugiarse, y el toro se interpuso en el camino de Orión, comenzando una pelea tremenda, que ganó Orión. Pero su pérdida de tiempo fue aprovechada por las hermanas para llegar al templo y rezar a la diosa para que las liberase del ataque de Orión. A Artemisa se le ocurrió entonces, convertir a las siete hermanas en palomas que fueron volando hacia el cielo, donde se quedaron como el conjunto de estrellas de las Pléyades (palomas, en Griego). Al ver la acción de la diosa, Orión se dio cuenta de lo que había hecho y, muy triste y desconsolado, regresó a casa sin fijarse en dónde pisaba, con tan mala fortuna que pisó un pequeño escorpión que, antes de morir aplastado, le picó en el talón y le mató. Un gigante como Orión muerto por un pequeño escorpión… Para recordar el gran cazador que fue, Zeus colocó en el cielo a Orión como constelación, junto a sus preciados perros de caza y su presa favorita. También situó al toro (Tauro) por su valor, cerca de las Pléyades. Y cómo no, al único ser capaz de matar a Orión, el escorpión, Escorpio. Pero como Zeus no quería discusiones entre las constelaciones, colocó a Orión y Escorpio en partes opuestas del cielo, así cuando se ve uno no se ve el otro, por lo que Orión es la reina del invierno, mientras que Escorpio lo es del verano.
Podemos localizar los perros de caza de Orión de forma sencilla. Éste tiene dos perros de caza, uno más grande y otro más pequeño. Al más grande, por comparación, se le llama Can Mayor. Para localizarle, hay que fijarse en el cinturón de Orión (las tres marías) y seguimos la línea que forma hacia la izquierda y abajo, donde llegaremos a la estrella más brillante de la constelación y del cielo, Sirio. Brilla con diferencia más que ninguna otra, por lo que se localiza sin dificultad. La forma de perro es sencilla porque es tal cual, y donde está Sirio, veremos el collar del perro.
El Can Menor se sitúa también a la izquierda y por encima del Can Mayor, a la altura de la estrella Betelgeuse de Orión. Son sólo dos estrellas, por lo que a veces también se le denomina, en broma, Can Mínimo, porque dos estrellas es lo mínimo para formar una constelación. En ésta destaca la estrella principal Procyon, la octava estrella más brillante del cielo. Forma con Sirio y Betelgeuse el llamado “Triángulo de Invierno”, un triángulo casi equilátero.
Como curiosidad, Sirio era venerada por lo antiguos egipcios como Isis; y su observación en el cielo por el horizonte oeste, antes de la salida del Sol, marcaba la época de la crecida del Nilo, por lo que el faraón podía realizar su montaje para ordenar al Nilo que creciera. Sirio aparece desde muy antiguo en la mitología egipcia y de otras culturas, debido a su brillo característico y destacado.
Podéis seguir observando los objetos que el mes pasado os recomendábamos, ya que todavía se pueden observar con facilidad. Sólo os comentaremos una cosa de la Nebulosa de Orión. A simple vista ya os explicamos que se puede ver como un elemento borroso y muy poco brillante en la zona del puñal de Orión, y siempre alejados de zonas de luz. Con unos prismáticos, ya podemos apreciar una zona central brillante (que es la zona de formación de estrellas), y dos brazos que se abren formando algo parecido a un abanico abierto. Con pequeños telescopios podemos ver algo más de la zona central y la nube de gas, apreciando en la zona brillante la presencia de cuatro estrellas llamadas “El Trapecio” por la forma que tienen. Y ya con telescopios más grandes, podemos ver mejor los filamentos de la nube de gas, las zonas más o menos brillantes… Una maravilla.
Ya el próximo mes aumentaremos la lista. Sólo como adelanto. Júpiter es visible desde primeras horas de la noche en la constelación de Géminis, muy brillante, y fácil de localizar.
Tened presente que el frío, aunque sea un incordio por la ropa que debemos utilizar, siempre nos permite ver mejor el cielo.
Y recordad, si tenéis cualquier tipo de duda o pregunta sobre observación, objetos o telescopios, no dudéis en escribirnos al planetario@museocienciavalladolid.esmuseocienciavalladolid.es, o bien os esperamos en las sesiones del Planetario.
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