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Escarabajos bajo el agua

Los escarabajos constituyen un grupo de insectos (coleópteros) fácilmente reconocibles, incluso para aquellas personas más alejadas de la zoología o la ciencia que estudia los insectos, la entomología. Algunas de las especies de escarabajo habituales a nuestro alrededor, como mariquitas, escarabajos de la patata, carcomas, escarabajos peloteros o escarabajos voladores, resultan familiares para una buena parte de la población, tanto en entornos urbanos como rurales. Los coleópteros son reconocibles por su aspecto característico, ya que en general son insectos robustos, rechonchos y con forma, más o menos, abombada. Asimismo, es característico el endurecimiento del primer par de alas (élitros), formando un estuche que protege parte del tórax, el segundo par de alas, membranosas y que utilizan para volar, y el abdomen. De hecho, el nombre del orden coleóptera deriva del griego koléos, que se puede traducir como estuche y ptero, ala.

Sin embargo, no todos los escarabajos son insectos terrestres con mayor o menor capacidad de vuelo, ya que existen algunas especies perfectamente adaptadas a la vida en el agua, ocupando una amplia gama de ecosistemas acuáticos, desde pequeñas charcas a grandes humedales y aguas salobres. Entre las casi 500 especies de escarabajos acuáticos que habitan la Península Ibérica se encuentran los ditiscos (familia dytiscidae), escarabajos de gran tamaño que habitan en charcas y pozas de agua dulce.

Los ditiscos son escarabajos buceadores y depredadores, con el cuerpo hidrodinámico y las patas posteriores, el tercer par, adaptadas para remar, aplanadas y dotadas de sedas natatorios. Como casi todos los escarabajos acuáticos, aunque su vida se desarrolla principalmente en el agua, necesitan respirar aire, que atrapan en el espacio hueco que queda entre el abdomen y el estuche formado por el primer par de alas endurecido. De esta forma, una vez consumido el oxígeno de la burbuja de aire que guardan, se ven obligaos a ascender a la superficie para renovarla, lo que hacen a intervalos regulares de tiempo. No obstante, son buenos voladores y hacen uso de esta técnica para trasladarse de un humedal a otro.

Tanto los adultos como las larvas son acuáticas, sin embargo, la metamorfosis (estado de pupa) se produce en tierra, lo cual resulta lógico ya que la pupa es un estado inmóvil y dentro del agua no podría ascender a tomar aire atmosférico para respirar.

Actualmente, en la Casa del  Río se alojan dos ejemplares de Dityscus pisanus, siendo posible observar sus evoluciones bajo el agua y la belleza de su diseño hidrodinámico.

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