Hablar de asteroides es evocar imágenes de cine, de películas apocalípticas como Armagedón, o de la extinción de los dinosaurios. Sin embargo, otros eventos han acaecido en el planeta, no tan conocidos, relacionados con meteoritos, y de graves consecuencias.
Es el caso de lo sucedido en la región rusa de Krasnoyarsk, cerca del río Tunguska, el 30 de junio de 1908. Una explosión aplastó unos 80 millones de árboles de 2.150 kilómetros cuadrados de bosque. Se pensó que podría tratarse de un impacto de meteorito, pero las búsquedas realizadas durante los años siguientes no localizaron ningún fragmento. La onda expansiva derribó a varias personas y rompió cristales a varios cientos de kilómetros de distancia. No se ha encontrado en la zona ningún cráter.
Aunque, como decía, la teoría principal sobre la que se basó la investigación del suceso de Tunguska era la explosión/impacto de un meteorito de gran tamaño, nuevas investigaciones dan a entender otro posible escenario. Algunos investigadores sostienen que pudo tratarse de un paso muy cercano y casi paralelo al suelo de un asteroide. Ahora bien, la energía desatada en el suceso fue equivalente a unos 30 megatones (la bomba atómica sobre Nagasaki desató 0’16 megatones), a unos 10-15 kilómetros de altura sobre el suelo, y un meteorito de roca, entrando en la atmósfera a gran velocidad, se hubiese desintegrado por completo, dejando rastros por todas partes.
Una nueva investigación hace pensar que el objeto en cuestión era un asteroide de hierro de entre 100 a 200 metros, que atravesó la atmósfera a más de 11 kilómetros por segundo, y a algo más de 11 kilómetros sobre el suelo. Al ser de hierro habría sido más difícil que se fracturase, y la compresión del aire a esa velocidad, habría provocado la onda expansiva y un aumento muy elevado de la temperatura. Esta idea se vió reforzada por el suceso de febrero de 2013 en Chelyabinsk, donde la caída de un meteorito de unos 19 metros, dejó gran cantidad de cristales rotos por la onda expansiva en su entrada.
Parece ser que este meteorito de Tunguska, después de haber causado la destrucción que dejó patente su paso por la Tierra, salió rebotado, y sería muy probable que estuviese orbitando el Sol, por lo que, en una probabilidad muy, muy, muy pequeña, igual en el futuro podría volver a pasar cerca de nuestro planeta.
Mientras no pase lo mismo que pasó con los dinosaurios, no hay problema. Podríamos decir que tuvieron mala suerte (o nosotros buena suerte). El evento que destruyó el 75% de las especies del planeta hace unos 66 millones de años, estuvo determinado por el tamaño del objeto, y, según se ha estudiado recientemente, por su ángulo de entrada: el peor posible. Según investigaciones en el cráter de impacto producido, y simulaciones de superordenadores, se ha concluido que el ángulo de choque del meteorito fue de 60 grados, lo que provocó graves consecuencias climáticas. Este ángulo consigue evaporar gran cantidad de agua de forma rápida, y expulsar escombros a gran altura. En otro ángulo, los cambios en el clima hubieran sido drásticamente menores. Si al ángulo de choque se le añade la ubicación del impacto, obtenemos lo que algunos investigadores han denominado “la tormenta perfecta”.
Al final, la suerte también juega un papel importante en las condiciones para el desarrollo o desaparición de especies. Algo a tener en cuenta en nuestra búsqueda de vida en otros planetas.
Carlos Coello, planetarista del Museo de la Ciencia
#AstronomíaDesdeCasa: Se aclara el suceso de Tunguska
Hablar de asteroides es evocar imágenes de cine, de películas apocalípticas como Armagedón, o de la extinción de los dinosaurios. Sin embargo, otros eventos han acaecido en el planeta, no tan conocidos, relacionados con meteoritos, y de graves consecuencias. Es el caso de lo sucedido en la región rusa de Krasnoyarsk, cerca del río Tunguska, el 30 de junio de 1908. Una explosión aplastó unos 80 millones de árboles de 2.150 kilómetros cuadrados de bosque. Se pensó que podría tratarse de
#AstronomíaDesdeCasa: No es óptico todo lo que reluce…
Cuando hablamos de astronomía y de la observación del cielo, casi siempre solemos pensar en telescopios más o menos grandes, en científicos que no despegan sus ojos de los oculares. Sin embargo, la astronomía profesional actual se parece bastante poco a ésta imagen romántica. Actualmente, en muy pocas ocasiones (por no decir casi ninguna), los astrónomos profesionales acercan sus ojos a los oculares de los telescopios. En su lugar, toda una batería de instrumentos, cámaras, sensores y aparatos, sustituyen al ojo.
#AstronomíaDesdeCasa: CR7 y el anillo de fuego
Según la teoría más extendida y reconocida hasta la fecha, todo, TODO, proviene del famoso Big Bang, la “explosión” inicial que dió origen a lo que conocemos, tanto la materia como el espacio y el tiempo. Evidentemente, los objetos no se formaron así como así, todo llevó un tiempo, más o menos largo, en el que los diferentes componentes de la materia se fueron condensando. Por ejemplo, se ha calculado que las primeras estrellas podrían haberse formado tan solo entre 100
Qué observar en el cielo durante el mes de junio
Último mes de la primera mitad del año. Al fin llegará el tan deseado verano, que comenzará el 20 de junio a las 23h 43m hora oficial peninsular y terminará el 22 de septiembre con el comienzo del otoño. Vamos con algunas aclaraciones para terminar la primavera. Os comentábamos el pasado mes, que al hablar de galaxias en primavera, entrábamos ya en temas de ordenación y estructura del Universo. El Universo se ordena siempre de lo sencillo a lo complejo: desde las
#AstronomíaDesdeCasa: ¡Despegamos!
¿Existe alguna persona que no haya soñado, tan siquiera un breve instante, en ser un astronauta en una nave espacial, y viajar por el espacio a la Luna, a Marte, o a otras estrellas? No os molestéis en responder: la respuesta es NO (bueno, o a lo mejor alguno no entre los más de siete mil millones de personas que habitamos la raza humana
#AstronomíaDesdeCasa: una nueva visión de la Vía Láctea
Cuando pensamos en nuestra galaxia, la Vía Láctea, la imagen que solemos tener en mente es la que desde hace muchos años nos han enseñado: un disco plano en forma de espiral, con una zona abultada en el medio. El Sol y el sistema solar ocuparían un lugar a unos 26.000 años luz del centro galáctico, aproximadamente. Al menos era la imagen que desde nuestro planeta podíamos identificar. Pero como la ciencia y los medios que disponemos para poder observar
#AstronomíaDesdeCasa: próximamente en el cielo…
El próximo 3 de junio, Venus se situará casi directamente entre el Sol y la Tierra, un suceso conocido entre los astrónomos como 'conjunción inferior'. Esto está cambiando la cara visible de Venus de una forma extraordinaria. El planeta se ha convertido en un delgado creciente, estrechándose cada noche, como se puede observar en esta imagen de Radu Anghel, desde Rumanía. Venus se está estrechando o 'adelgazando' porque está girando su cara oscura hacia la Tierra. Según Venus se aproxima al
Aumento de brillo en el cometa SWAN
Este semana, una inesperada explosión del cometa C/2020 F8 SWAN, impresionó a los observadores del Hemisferio austral, que actualmente pueden observar el brillo del cometa a simple vista. ¿Qué es lo que ha pasado? Puede haberse fragmentado, exhibiendo brillantes nubes de gas. Lo cierto es que la cola del cometa parece mostrar restos de una explosión. Sin embargo, algunos no piensan lo mismo, ya que ésta explosión no implica necesariamente una fragmentación, y las imágenes de las observaciones desde tierra todavía
#AstronomíaDesdeCasa: Starlink sí, pero…
Hemos hablado anteriormente de los famosos satélites de la constelación Starlink, un conjunto de unos 12.000 satélites de la compañía SpaceX que pretenden dar cobertura de internet global a precios asequibles, y de los que ya están en órbita 360. A priori, la idea parece buena. Desde el primer momento estos satélites fueron captados por las cámaras a bordo de la ISS (como se aprecia en la fotografía del 13 de abril de este año), y no digamos desde tierra firme. En
#AstronomíaDesdeCasa: 30 Aniversario del Telescopio Espacial Hubble
Si hace unos días recordábamos los 30 años transcurridos de la canción de Celtas Cortos “20 de abril”, el 24 se cumplen 30 años también de la puesta en órbita de uno de los instrumentos más importantes y seguramente más queridos por el público y aficionados a la astronomía: el Telescopio Espacial Hubble (o HST, por las siglas en inglés), en honor a Edwin Hubble, uno de los más importantes astrónomos del siglo XX al demostrar la expansión del Universo.