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¡Feliz año a todos!

Comenzamos un nuevo año con nuevas expectativas, ganas e ilusiones… y con un buen panorama en cuanto a lo astronómico se refiere.

Mito de Orión

Mito de Orión

Comentábamos el pasado mes, que la constelación reina del invierno es Orión. Esta constelación representa en el mito griego, a un gigante cazador, uno de los mejores de la mitología griega, capaz de rivalizar con la diosa Artemisa (Diana para los romanos).

En el mito, Orión estaba enamorado de una de las siete hermanas consagradas como vírgenes a la diosa Artemisa. Cierto día que Orión caminaba por el campo, se encontró con un pequeño lago en el que las hermanas se estaban bañando desnudas. Ante esta visión, Orión se volvió loco y fue hacia ellas. Al ver a Orión fuera de sí, las jóvenes huyeron al templo, pero como Orión era un gigante, avanzaba más rápido. Las hermanas se encontraron con un toro al que pidieron ayuda para poder refugiarse, y el toro se interpuso en el camino de Orión, comenzando una pelea tremenda, que terminó con  el triunfo de  Orión. Sin embargo, esto sirvió para que perdiese tiempo que las hermanas aprovecharon para llegar al templo y rezar a la diosa para que las liberase del ataque de Orión. A Artemisa se le ocurrió convertir a las siete hermanas en palomas que volaron hacia el cielo, donde se quedaron como el conjunto de estrellas de las Pléyades (palomas, en Griego). Al ver la acción de la diosa, Orión se da cuenta de lo que había hecho y, muy triste y desconsolado, regresa a casa sin fijarse en dónde pisaba, con tan mala fortuna que aplastó un pequeño escorpión que, antes de morir, le picó en el talón y le mató. Un gigante como Orión muerto por un pequeño escorpión.

Para recordar el gran cazador que fue, Zeus colocó en el cielo a Orión como constelación, junto a sus preciados perros de caza y su presa favorita. También situó al toro (Tauro) por su valor, cerca de las Pléyades. Y, cómo no, al único ser capaz de matar a Orión, el escorpión, Escorpio. Pero como Zeus no quería discusiones ni movidas entre las constelaciones, colocó a Orión y Escorpio en partes opuestas del cielo, así cuando se ve uno no se ve el otro, por lo que Orión es la reina del invierno, mientras que Escorpio lo es del verano.

Podemos situar los perros de caza de Orión de forma sencilla. Tiene dos perros de caza, uno más grande y otro más pequeño. Al más grande, por comparación, le llamaremos Can Mayor. Para localizarle hay que fijarse en el cinturón de Orión (las tres marías) y seguimos la línea que forma hacia la izquierda y abajo, donde llegaremos a la estrella más brillante de la constelación, Sirio, y también la más brillante de todo el cielo. Brilla con diferencia más que ninguna otra, por lo que se localiza sin dificultad. La forma de perro es sencilla porque es tal cual, donde Sirio estaría en el collar del perro.

El Can Menor se sitúa también a la izquierda y por encima del Can Mayor, a la altura de la estrella Betelgeuse de Orión. Son sólo dos estrellas, por lo que a veces también se le denomina, en broma, Can Mínimo, porque dos estrellas es lo mínimo para formar una constelación. En ésta destaca la estrella principal Procyon, la octava estrella más brillante del cielo. Forma con Sirio y Betelgeuse el llamado “Triángulo de Invierno”, un triángulo casi equilátero.

Como curiosidad, Sirio era venerada por lo antiguos egipcios como Isis,  y su observación en el cielo por el horizonte oeste, antes de la salida del Sol, marcaba la época de la crecida del Nilo, por lo que el faraón podía realizar su montaje para ordenar al Nilo que creciera. Sirio aparece desde muy antiguo en la mitologïa egipcia y de otras culturas, debido a su brillo característico y destacado.

Podéis seguir observando los objetos que el mes pasado os recomendábamos, ya que todavía se pueden observar con facilidad. Sólo os comentaremos una cosa más de la Nebulosa de Orión. A simple vista ya os decíamos que se puede ver como un elemento borroso y muy poco brillante en la zona del puñal de Orión, y siempre alejados de zonas de luz. Con unos prismáticos, ya podemos apreciar una zona central brillante (que es la zona de formación de estrellas), y dos brazos que se abren formando algo parecido a un abanico abierto. Con pequeños telescopios podemos ver algo más de la zona central y la nube de gas, apreciando en la zona brillante la presencia de cuatro estrellas llamadas “El Trapecio” por la forma que tienen. Y ya con telescopios más grandes, podemos ver mejor los filamentos de la nube de gas, las zonas más o menos brillantes… Una maravilla. Ya el próximo mes aumentaremos la lista.

Tened presente que el frío, aunque sea un incordio, siempre nos permite ver mejor el cielo. Por cierto, ya sabéis qué pedir por Reyes……

Y recordad, si tenéis cualquier tipo de duda o pregunta sobre observación, objetos o telescopios, no dudéis en escribirnos al planetario@museocienciavalladolid.esmuseocienciavalladolid.es.

Planetario

Poco a poco todo llega, incluso el frío que parecía resistirse a invadir nuestras calles y campos. Ya queda menos para el invierno, que comenzará el 22 de diciembre a las 00:03, hora oficial, terminando el 20 de marzo de 2014, cuando dé comienzo la primavera, fecha en la que, por cierto, se producirá un eclipse total de Sol que se verá desde España como parcial. Por tanto este invierno durará 88 días y 23 horas. ¡No perdamos tiempo para observar! Todos

Durante el mes de septiembre, la observación del cielo no presenta grandes cambios con respecto a finales de agosto. Marte y Saturno sólo son visibles durante un corto período de tiempo después del anochecer, dentro de la constelación de Libra, por lo que deberemos darnos prisa si queremos observarlos. Por su parte, Júpiter sigue siendo visible -un rato- antes del amanecer. Ya sobre las 5.30 h se puede observar en el cielo, localizado en la constelación de Cáncer. A primera hora

Durante el mes de agosto, el Triángulo de Verano se localiza sin ningún problema en la parte más alta del cielo, donde, recordamos, se puede observar la preciosa estrella doble Albireo (constelación del Cisne). Además, si nos encontramos en un lugar oscuro, o al menos todo lo oscuro que podamos, podremos observar la siempre majestuosa Vía Láctea atravesando por la mitad este triángulo. Cerca del horizonte oeste, Venus todavía es visible dentro de la constelación de Leo. Debemos darnos prisa si

El Museo de la Ciencia de Valladolid acoge acogió el jueves 10 de julio la charla "Astronomía: la utilidad de lo inútil". Una conferencia impartida por John Beckman, profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Canarias. Beckman confiesa que, a menudo, al dar charlas de divulgación de temas astronómicos y de astrofísica en colegios y en sociedades de aficionados, durante el turno de preguntas se plantea alguna cuestión sobre la utilidad de la astronomía. Su respuesta habitual

En este comienzo del verano todavía podemos recordar algunas de las constelaciones de primavera que podrían servirnos de referencia para localizar algunas de verano. Es el caso de El Boyero (recordad cómo se encontraba). Su estrella principal, Arturo, sigue siendo de las más brillantes del cielo, por lo que situarla es fácil. Más a su izquierda tenemos una especie de mariposa que, junto algunas estrellas más forma la constelación de Hércules, el “Hombre Arrodillado”, el gran héroe. De los doce trabajos

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