COMO UN PERGAMINO: Basilio Ruiz Cobo
El teléfono me despertó a las dos de la mañana. Tras unas pocas palabras un vacÃo enorme y frÃo me llenó el pecho. Bajé a la sala y me servà un güisqui de una botella que llevaba veinte años en el fondo del armario. Salà al patio y vi una Luna redonda y blanca como la muerte, como el pergamino tenso de un tambor. La vi con los ojos de mi padre, y la Luna escuchaba, tranquila, a las cigarras dictando el latido de la noche.
Mi padre me enseñó a amar la Luna. En realidad
mi padre me enseñó a amar todo lo bello: la
ternura de Bach, el alma de Haendel, el cristal de MarÃa Callas, la nostalgia y
el amor de RosalÃa de Castro, la luz de la Luna atrapada en el mármol de
Miguel Ãngel, la sobriedad de una iglesia
románica, la mirada triste y serena de Velázquez,
la música hecha color y perfume de GarcÃa Lorca, la aventura de Walter Scott,
la vida secreta de los árboles, la vibrante
riqueza de los insectos, la inmensidad caótica
de las estrellas. El pergamino limpio de la Luna llena.
Mi padre me sacaba de paseo muchas noches de
Luna llena, a mis siete, nueve, once años. Y, con su voz de color ámbar oscuro,
como el vidrio de una cerveza, con mi pequeña mano en la suya de hombre, me
hablaba de música y de arte, de poesÃa y de amor a la vida. «¿Te imaginas…»,
solÃa empezar sus frases, «… a los lobos que aúllan ahora, a esta misma
Luna, en las colinas de noche y frÃo de Siberia? ¿Por qué cantan? ¿Será que les desborda la alegrÃa, la fuerza y las ganas de
vivir? ¿O aúllan para ahuyentar la muerte?â€
“Si GarcÃa Lorca y Miguel Hernández vivieran, la Luna no serÃa pergamino de tambor, serÃa pandereta, y rielarÃa en los olivos, y harÃa cantar a los gitanos, como a lobos, con sus palmas marcando el latido de su alma. Cantar a la Luna, a la vida herida y al amor y a la muerte.â€
«¿Te imaginas a un pintor de Altamira, un
lejano antepasado nuestro, sentado delante de su cueva, escuchando con la Luna
estas mismas cigarras y pensando en bisontes, jabalÃes, ciervas y lanzas? En un
mundo solo de árboles, animales, arroyos y montañas. La Luna para él no es de
pergamino sino de hueso descarnado, pero está ahà mismo, como está ahora,
viéndole sonreÃr en mitad de la noche perfumada.»
La conversación que mejor recuerdo tiene ya
cincuenta años: «Ayer, un americano, Neil Armstrong, caminó sobre la Luna.
¿Te imaginas el gozo de hundir los pies en el suelo blando, la alegrÃa de dar
sin esfuerzo inmensos saltos sobre el polvo plateado, uno, dos, otro, bien
altos, con una Tierra grande y azul sobre los ojos y un cielo preñado de estrellas
de colores vivos como bombillas de verbena? Si yo fuera Armstrong me tumbarÃa
sobre las espaldas de la Luna, con los brazos en cruz y la palmearÃa, por
primera vez, como se saluda a un amigo fuerte, grande y honesto, para darle con
ese abrazo las gracias por la compañÃa en las noches de nuestros antepasados.
Por todas las noches en que ha escuchado con nosotros a las cigarras, por todas
las noches de cortejo de nuestros padres y abuelos, por todas las noches que
nos ha iluminado para bailar.»
Mañana iré por última vez a casa de mi padre. A
decirle adiós. Y besaré su frente que estará ya frÃa y blanca como un
pergamino.
Y besarle la frente será como besar a la Luna.
Relato ganador categorÃa general
COMO UN PERGAMINO: Basilio Ruiz Cobo El teléfono me despertó a las dos de la mañana. Tras unas pocas palabras un vacÃo enorme y frÃo me llenó el pecho. Bajé a la sala y me servà un güisqui de una botella que llevaba veinte años en el fondo del armario. Salà al patio y vi una Luna redonda y blanca como la muerte, como el pergamino tenso de un tambor. La vi con los ojos de mi padre, y la Luna escuchaba, tranquila, a las
Relato ganador premio del público
EL DECIMOTERCER HOMBRE: Elena Fernández Ortega La alarma del reloj le recordó a David que debÃa conectar el monitor. En unos minutos la vieja estación LIDAR que habÃan reconfigurado meses atrás para hacer un seguimiento, les ofrecerÃa la imagen de su IA yaciendo en medio del pequeño astroblema. Era una visión deprimente
Relato ganador categorÃa infantil/juvenil
UN SUEÑO, UNA MUJER: Catalina Sagarra MartÃn No pensé que ese 20 de julio de 1969 me marcase para toda la vida y me crease un sueño que estoy a punto de cumplir. Y es que ese 20 de julio no fue un dÃa cualquiera. Recuerdo que llevaba algunos dÃas oyendo en la radio alguna noticia sobre una expedición a la luna. Aquella mañana del 20 de julio me levanté como todos los dÃas, fui a desayunar y fue entonces cuando encontré a todos
Relatos finalistas ‘Premio del público’ del concurso ‘La Ciencia y tú’
#RELATO 3: AQUELLA NOCHE Rasmussen corrÃa enloquecido por la pradera. Como cada noche, su cuerpo se habÃa cubierto de un pelo negro tan fuerte como el acero, sus colmillos habÃan crecido varios centÃmetros y con sus puntiagudas orejas podÃa oÃr a un conejo revolverse en su madriguera a varios kilómetros. En previsión a estos acontecimientos, solÃa encerrarse en una casa en mitad del bosque, alejado de toda civilización, pues un ansia irrefrenable de matar le poseÃa. Sin embargo, aquella noche habÃa olvidado cerrar la puerta de la
Relatos finalistas ‘Premio del público’ del concurso ‘La Ciencia y tú’
#RELATO 2: EL DECIMOTERCER HOMBRE La alarma del reloj le recordó a David que debÃa conectar el monitor. En unos minutos la vieja estación LIDAR que habÃan reconfigurado meses atrás para hacer un seguimiento, les ofrecerÃa la imagen de su IA yaciendo en medio del pequeño astroblema. Era una visión deprimente… a fin de cuentas, habÃan logrado en Andrew-2 una apariencia bastante entrañable, aunque todos supiésemos que no era humano. Pero nadie se atreverÃa nunca a desafiar a la fanática población
Comienzan las votaciones del premio del público del IX concurso de relato ‘La Ciencia y tú’
Una vez terminado el plazo de entrega de trabajos del IX concurso de relato breve 'la Ciencia y tú', el Museo de la Ciencia ha seleccionado los 3 mejores relatos de la categorÃa general. Estos trabajos han sido publicados en el blog del Museo de la Ciencia, asociándose a cada uno de ellos un número del 1 al 3. De esta forma, el público podrá votar por su relato favorito desde el 20 al 22 de mayo 2019 (hasta las 14 h). En
Relatos finalistas ‘Premio del público’ del concurso ‘La Ciencia y tú’
#RELATO 1: UNA NOCHE MEMORABLE El revuelo y la excitación que desprendÃan los miembros de la familia contagiaron a Aker. OlÃa a nerviosismo, a la emoción confusa que emana de las personas cuando no saben cómo reaccionar en circunstancias extraordinarias. A su alrededor todos buscaban sin éxito el mejor sitio desde el que observar aquellas imágenes en blanco y negro, que, como un milagro cotidiano, se habÃan instalado en el centro de su hogar. Le parecÃa muy poco considerado que nadie hubiera pensado en él, invadiendo