Oficialmente el otoño comenzó el pasado 22 de septiembre, y terminará el 21 de diciembre, por lo que durará 89 días y 20 horas.
Durante esta estación, nos encontramos con el mismo problema que podemos tener en primavera: las lluvias. Los cielos suelen tener tendencia a estar cubiertos y las precipitaciones (por otro lado muy necesarias) suelen ‘aguarnos’ la fiesta… La noche que no está nublada, suele tener mucha humedad ambiental, lo que dificulta la observación; o bien tenemos la presencia de la Luna que también nos impide observar.
Aunque hay momentos en los que después de un buen chaparrón, el cielo se ve limpio e infinito. Pero seamos positivos. supongamos que no hay Luna y que tenemos un cielo despejado. Vamos a observar.
El inconveniente de la observación en otoño, al menos para las constelaciones pertenecientes a ésta estación (ya sabéis, las situadas hacia esa ‘ventana’ al sur), es que tenemos que buscar una zona especialmente oscura, ya que las estrellas que se pueden localizar son débiles y solamente en esos lugares se pueden observar. Me refiero a constelaciones como Capricornio, Acuario, el Caballito, el Microscopio o el Pez Austral. En esta última sí que hay que decir que su estrella principal, Fomalhaut, es bastante brillante, y puede observarse, algo baja con respecto al horizonte, pero con un brillo destacable, hacia el Este a primeras horas de la noche, y según pase el tiempo, hacia el Sur. También se conoce a esta estrella como ‘la estrella solitaria’ ya que destaca con su brillo entre el conjunto de estrellas poco brillantes de alrededor.
Dentro de las constelaciones que se pueden ver en otoño, aunque no se las considere propiamente de la estación, están el conjunto que componen la leyenda de Perseo. Son las constelaciones de Casiopea, Cefeo, Andrómeda, Perseo, Pegaso y Ballena. Estas constelaciones son relativamente fáciles de identificar en el cielo porque, primero, son constelaciones más brillantes que las anteriormente enumeradas, y segundo, sus formas son sencillas. Casiopea es una constelación en forma de letra “W”, así que no tiene pérdida. Además es una constelación circumpolar, es decir, desde nuestra posición se puede ver durante todo el año a cualquier hora de la noche. Cefeo está algo más arriba y tiene forma de una casa dibujada por un niño. Pegaso es, básicamente, un gran cuadrado en el cielo. Andrómeda se estira en forma de “V” tumbada y ligeramente curvada desde una de las estrellas de Pegaso y hacia su izquierda. Perseo está por debajo de Casiopea y cerca de Andrómeda. Por último, Ballena es algo más complicada, pero por eso os adjuntamos esta imagen simulada del cielo.
Como este grupo de constelaciones ocupa un área del cielo muy considerable, podremos observar un gran número de objetos celestes. Solamente comentaremos algunos, pero para comenzar son suficientes.
Uno de los más sencillos de localizar está en la constelación de Andrómeda. Hacia la mitad de la misma y ligeramente por encima de ella, podemos ver, si estamos en zona oscura, un elemento borroso en el cielo, pequeño y poco brillante, aunque localizable a simple vista. Es la galaxia de Andrómeda, la galaxia más cercana a la nuestra y la única visible a simple vista desde esta parte del mundo. Es el objeto más lejano visible a simple vista (unos tres millones de años-luz).
En la constelación de Cefeo destaca mu Cephei, una de las estrellas más rojas del cielo y visible con prismáticos. Es una estrella de tipo hipergigante con un diámetro estimado de 1.420 veces el diámetro solar. Si diéramos la vuelta en torno a la estrella a la velocidad de la luz, tardaríamos ¡más de seis horas!
Dentro de la constelación de Pegaso (el caballo alado), destacamos el objeto M15, un cúmulo globular, es decir, una aglomeración de estrellas en forma de esfera. Contiene una de las cuatro nebulosas planetarias (expulsión del gas de una estrella en las fases de su muerte) conocidas en un cúmulo globular. Se sitúa a unos 33.600 años-luz, y se calcula que se dirige a la Tierra a una velocidad de 383.760 km/h. No os preocupéis, no hay riesgo de colisión…
Y para terminar con las constelaciones, en Perseo tenemos uno de los objetos más fáciles del cielo, conocido como ‘el doble cúmulo de Perseo’. Son dos cúmulos abiertos, visibles a simple vista en zonas oscuras. Se denominan, como curiosidad, NGC 869 y NGC 884.
Por otra parte, podemos ver a muy primera hora de la noche, poco después de ponerse el Sol, a los planetas Venus, Marte y Saturno. Un bonito trío de ases del cielo: Venus por su brillo, Saturno por sus anillos, y Marte por su color. En cualquier caso, ya sabéis que Saturno siempre nos ofrece un gran espectáculo, incluso con medianos instrumentos.
Y recordad, si tenéis cualquier tipo de duda o pregunta sobre observación, objetos o telescopios, no dudéis en escribirnos al planetario@museocienciavalladolid.esmuseocienciavalladolid.es, o bien os esperamos en las sesiones del Planetario.
Qué ver en el cielo el mes de octubre
Oficialmente el otoño comenzó el pasado 22 de septiembre, y terminará el 21 de diciembre, por lo que durará 89 días y 20 horas. Durante esta estación, nos encontramos con el mismo problema que podemos tener en primavera: las lluvias. Los cielos suelen tener tendencia a estar cubiertos y las precipitaciones (por otro lado muy necesarias) suelen ‘aguarnos’ la fiesta
Charla ‘Cervantes, estrellas y planetas’
Dentro de la Semana Mundial del Espacio 2016, el Auditorio del Museo de la Ciencia acogió la charla 'Cervantes, estrellas y planetas'. En ella, el astrofísico e investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Benjamín Montesinos Comino, explicó cómo el sistema planetario ubicado en torno a la estrella mu Arae, en la constelación del Altar, fue ‘rebautizado’ hace pocos meses a través de una votación promovida por la Unión Astronómica Internacional en el concurso NameExoWorlds. Tras el proceso, la estrella se denominó 'Cervantes'