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Hola a tod@museocienciavalladolid.ess.

Antes de nada, todos tranquilos. Con este título me refiero a una serie de «inoportunas» coincidencias celestes que se producirán este viernes (mañana).

Los astrónomos llevábamos esperando la fecha del 29 de Enero de 2010 casi como «agua en Mayo», ya que en esa fecha Marte estará en oposición, y en una de las menores distancias a la Tierra, «sólo» 99 millones de kilómetros (en términos astronómicos es bastante cerca). Esta cercanía hacía viable su observación, en caso de que las nubes nos respetasen, tanto con grandes como con pequeños telescopios por parte de los aficionados a la astronomía. Se espera que se puedan observar, con los telescopi0s de cierto tamaño, al menos las «manchas borrosas» que representan diversas zonas de la superficie marciana: algunos valles, mesetas, etc.

Pero, las cosas no siempre suceden como uno quiere, y menos a los astrónomos. Resulta que ese mismo día, mañana, también tenemos Luna llena, con lo que habrá un gran brillo en el cielo que nos quitará de ver, a parte de las estrellas  menos brillantes y muchas de las brillantes, algunos de los detalles del planeta rojo. A esto hay que añadir que la Luna se encuentra a la distancia más cercana a la Tierra de todo el año, por lo que se verá un 14% más grande, y un 30% más brillante. ¿Conclusión? Menor capacidad de visión, por si ya era poco.

Lo interesante de esta oposición, es que Marte se encuentra prácticamente a la mitad de uno de sus movimientos retrógrados, es decir, que aparentemente en el cielo, Marte parece moverse en un sentido, se para, retrocede, y después continúa. A partir del 8 de Marzo vuelve a su movimiento aparente normal.

Y para acabar la fiesta, podremos observar el paso de un elemento de una de las series de satélites más brillantes: la serie IRIDIUM. El brillo se debe al reflejo de la luz solar sobre el cuerpo metálico y los paneles solares que lleva. Los datos se pueden encontrar en varias webs, y el de mañana se producirá a las 8:10 de la mañana del sábado, en dirección SE, con un brillo estimado de magnitud -5 (la magnitud aparente de Marte será de -1.2, así que el satélite brillará cuatro veces más).

Lamentablemente, no podremos apreciar el cúmulo abierto M44, conocido como «El Pesebre», un objeto muy bonito de observar ya con unos prismáticos, pero al que la luz de la Luna nos impedirá observar.

Mañana os cuento más cosillas de Marte… aunque el tiempo no acompañe y «el cielo se caiga sobre nuestras cabezas» (gracias irreductibles galos).

Cielos limpios.